Todos hemos escuchado esto antes. Muchos de nosotros quizá aún lo hemos preguntado. Cuando se trata de conversaciones sobre violencia doméstica, no es raro escuchar esta frecuente pregunta: “¿Por qué ella no se va?” Mientras Genesis Women’s Shelter & Support (Génesis) está trabajando para cambiar la conversación, es importante entender los desafíos que las mujeres enfrentan para salir de las relaciones abusivas, y las barreras que existen para poblaciones específicas.

La dura realidad es que no sólo las tasas de violencia de pareja íntima casi triplican el promedio nacional para las mujeres inmigrantes e indocumentadas, sino que también enfrentan barreras únicas que pueden impedirles tener acceso a la seguridad y a la justicia. Lamentablemente, muchas de estas barreras forman parte de los mismos sistemas y políticas que supuestamente deberían proteger y servir a nuestras comunidades. Estas incongruencias del sistema pueden poner a las víctimas en un mayor riesgo de abuso en el hogar, ya que pueden alentar la creencia distorsionada del abusador de que tiene mayores derechos que su pareja. Las acciones del abusador son deliberadas y están enfocadas en el estatus migratorio de la víctima, con el objetivo de mantener el poder y el control sobre ella, mantenerla en la relación, o castigarla por irse.

Clases de abuso y barreras específicas para inmigrantes y víctimas indocumentadas:

Intimidación:

Los abusadores pueden ocultar o destruir documentos legales/importantes que las víctimas necesitan en este país, como pasaportes, tarjetas de residencia, permisos de trabajo, actas de nacimiento, licencias de matrimonio, tarjetas de seguro social, seguro médico o licencias de conducir.

Aislamiento:

Los abusadores pueden impedir que la víctima se comunique con amigos, familiares u otras personas de su país de origen.

Los abusadores pueden impedir que la víctima desarrolle amistades o relaciones de apoyo en su comunidad actual, limitando su conocimiento y acceso a los recursos que podrían ayudarla a estar segura.

Las barreras del idioma:

Los abusadores pueden impedir que la víctima aprenda inglés.

Los abusadores pueden aprovechar las barreras del idioma de la víctima y proporcionarle deliberadamente información falsa sobre la aplicación de la ley, los Servicios de Protección Infantil, los médicos u otras personas en posiciones de poder.

Es posible que el departamento de policía y/o los servicios de emergencia no tengan la capacidad de hablar el idioma de la víctima, lo que dificulta tomar su declaración, hacer un informe policial o

proporcionar a la víctima los recursos adecuados.

Las barreras lingüísticas y culturales pueden impedir que algunas víctimas inmigrantes comprendan sus derechos y tengan acceso a los servicios, especialmente en las agencias de servicio que no proveen ayuda apropiada en el idioma ni en la cultura de la inmigrante.   

Amenazas: Red Nacional para Terminar con la Violencia Doméstica (NNEDV) explica,

“Las víctimas inmigrantes son frecuentemente amenazadas con la deportación por parte de sus

agresores, lo que aumenta su renuencia a buscar ayuda de las autoridades o los servicios. Esta

amenaza continua de deportación ya sea por parte del abusador o debido a las políticas

federales de inmigración, también significa que muchas víctimas corren un mayor riesgo de ser

separadas de sus hijos, lo que también hace que sea menos probable que busquen ayuda.

Cuando las víctimas inmigrantes o los testigos que denuncian delitos no informan o desconfían

del sistema de justicia penal, esto empodera a los abusadores y delincuentes, contraviene las

protecciones existentes otorgadas por la ley, destruye el acceso a la justicia a través de la policía y los tribunales, crea un miedo extremo para las familias y comunidades inmigrantes, y debilita la seguridad pública”.

Niños:

Los abusadores pueden amenazar con lastimar a los hijos de la víctima o amenazar llevárselos si se trata de contactar a la policía o se denuncia la violencia.

Los abusadores pueden amenazar con deportar a la víctima y quedarse ellos en los EE. UU. con sus hijos.

Los abusadores pueden convencer a la víctima de que ellos van a obtener la custodia total debido a

el estatus migratorio de la víctima, para asegurarse de que ella no abandone la relación.

Manipulación con respecto a la ciudadanía o residencia:

Los abusadores pueden retirar o amenazar con retirar las solicitudes de residencia o ciudadanía

de la víctima. La Organización Nacional para la Mujer (NOW) informa: “Entre los cónyuges abusivos que podrían haber presentado documentos legales de inmigración para las víctimas, el 72.3 % nunca los presentó y el 27,7 % que los presentó tuvo un retraso promedio de 3.97 años.”

El abusador puede presentar falsamente cargos penales contra una víctima para poner en

peligro su estatus migratorio legal.

Abuso Económico:

Los abusadores pueden intentar que la víctima sea despedida de su trabajo de varias maneras, incluso diciéndole al empleador que la víctima es indocumentada. Esto hace que la víctima se vuelva más dependiente económicamente del abusador, haciéndole más difícil dejar la relación.

Los abusadores les pueden negar el acceso al dinero a las víctimas, sabiendo que la víctima puede tener restricciones laborales o la incapacidad de generar ingresos debido a su estatus migratorio.

Racismo:

Los abusadores pueden intentar deshumanizar y convencer a la víctima de que ella merece el abuso debido a su raza, nacionalidad, color de piel o prácticas culturales.

El abusador puede entrenar a los hijos de la víctima para que rechacen y maltraten a la víctima debido a su raza, nacionalidad, color de piel o prácticas culturales.

Las víctimas pueden enfrentar desafíos al buscar asistencia de las agencias de servicios sociales o de aplicación de la ley debido a los prejuicios contra las personas de color o los estereotipos negativos de los inmigrantes o extranjeros.

Temor:

“El aumento de actividad policial con aplicación excesiva, ha creado un clima de temor entre las víctimas en las comunidades de inmigrantes y ha aumentado las barreras para que busquen ayuda. Numerosos informes de jefes de policía y fiscales han mostrado reducciones significativas en la denuncia de violencia doméstica y agresión sexual. Una encuesta reciente, diseñada y distribuida por siete organizaciones nacionales que trabajan para terminar con la violencia doméstica y la agresión sexual, y

respondida por más de 700 asesores/as de víctimas y abogados/as de todo el país, encontró:

  • El 78% de los asesores/as informaron que los inmigrantes sobrevivientes expresaron su

preocupación sobre contactar a la policía;

  • El 75% de los proveedores de servicios informaron que los sobrevivientes inmigrantes tienen

preocupaciones acerca de ir a la corte por un asunto relacionado con el abusador/agresor; y

  • El 43 % de los asesores/as trabajaron con sobrevivientes inmigrantes que abandonaron casos

civiles o penales por miedo.” (NNEDV)

La intersección de la violencia doméstica, la inmigración y otras poblaciones vulnerables: Otros factores que pueden crear aún más barreras para que las víctimas inmigrantes o indocumentadas reciban servicios incluyen tener una discapacidad, ser LGBTQ, vivir en un área rural con recursos limitados, educación incompleta, falta de apoyo, y varios otros factores.

La verdad es que todos los inmigrantes e indocumentados en los Estados Unidos tienen

derecho a vivir una vida libre de abuso. “Bajo todas las circunstancias, la violencia doméstica, la

agresión sexual y el abuso infantil son ilegales en los Estados Unidos. Todas las personas en los

Estados Unidos (independientemente de su raza, color, religión, sexo, edad, etnia, origen

nacional o estatus migratorio) tienen garantizada la protección contra el abuso bajo la ley.

Cualquier víctima de violencia doméstica, independientemente de su estatus migratorio o de

ciudadanía, puede buscar ayuda. Una víctima inmigrante de violencia doméstica también puede

ser elegible para protecciones relacionadas con la inmigración” (Servicios de Ciudadanía e

Inmigración de EE. UU).

Si usted es una mujer inmigrante o indocumentada que sufre violencia doméstica, sepa que existen

protecciones legales que puede solicitar. Para obtener más información sobre sus derechos o conectarse con un abogado/a de inmigración en su área, comuníquese con cualquiera de las

siguientes organizaciones:

Línea Directa Nacional contra la Violencia Doméstica

1-800-799-SAFE (1-800-799-7233)

1-800-787-3224 (TTY)

www.ndvh.org

Línea de Ayuda Nacional de Asalto Sexual (RAINN)

1-800-656-4673

www.rainn.org

El Centro Nacional para las Víctimas del Delito (NCVC)

1-800-FYI-CALL (1-800-394-2255)

1-800-211-7996 (TTY)

www.ncvc.org

Nota: Estas son organizaciones cuya misión principal es la seguridad y la protección.